Esta nueva legislación, ratificada con 464 votos a favor, 92 en contra y 65 abstenciones, establece la obligación para los Estados miembros de proteger la independencia de los medios de comunicación, prohibiendo cualquier forma de influencia en las decisiones editoriales.
Uno de los principales pilares de esta ley es la protección del trabajo de los periodistas, impidiendo que las autoridades ejerzan presión sobre ellos para revelar sus fuentes, ya sea mediante detenciones, sanciones o vigilancia electrónica intrusiva.
Además, se han incorporado salvaguardias sustanciales para el uso de programas espía, condicionadas a la autorización judicial en casos de delitos graves, asegurando el derecho de los afectados a ser informados y a impugnar judicialmente tal vigilancia
En cuanto a los medios de comunicación públicos, se han implementado medidas para evitar su instrumentalización política, exigiendo procesos transparentes y no discriminatorios en la selección de sus gestores y miembros de los consejos de administración.
También se exige transparencia en la propiedad de los medios de comunicación, con la obligación de divulgar información sobre sus propietarios, incluidos posibles vínculos con el Estado, en una base de datos nacional.
Otro punto crucial es la regulación de la publicidad estatal, buscando una asignación justa y transparente de los fondos públicos, evitando cualquier discriminación en su distribución entre los diferentes medios de comunicación.
Además, para proteger la libertad de los medios de comunicación de la UE frente a las grandes plataformas en línea, se han establecido mecanismos para evitar la censura arbitraria de contenidos de fuentes independientes, con la obligación de las plataformas de notificar a los medios de comunicación antes de cualquier exclusión o restricción de contenido.
Es esencial destacar que esta legislación refleja la respuesta del Parlamento Europeo a las expectativas de los ciudadanos de la UE, expresadas en la Conferencia sobre el Futuro de Europa, al abordar las amenazas a la independencia de los medios de comunicación, combatir la desinformación y proteger a los periodistas.
En resumen, la Ley de Libertad de Medios de Comunicación en la UE representa un avance significativo en la protección de la libertad de prensa y en la salvaguardia del papel crucial de los medios de comunicación como pilares de la democracia.