Nuestra calidad de vida depende en gran medida del estado del medio ambiente en el que vivimos. Y todos nosotros, sin excepción, tenemos un papel activo en la protección del medio ambiente de la manera que podamos.

Crear/transformar un negocio más sostenible y adherirse al modelo de ESG permite la optimización de la estrategia empresarial para el medio ambiente, la sociedad humana y la economía. Existe evidencia creciente de que una estrategia de sostenibilidad permite crear valor empresarial a largo plazo.
Una investigación de Deutsche Bank encontró que las empresas con altas calificaciones ESG superaron al mercado a medio plazo (5 años) y largo plazo (5 a 10 años). Y en 2020, un estudio de Accenture proporciona más evidencia al respecto, al encontrar que las empresas con altas calificaciones de desempeño ESG tenían márgenes operativos en promedio 3.7 veces más altos que aquellas con un desempeño ESG inferior.

Hoy en día, además del valor comercial vinculado a la sostenibilidad, tanto los consumidores como los inversores otorgan gran importancia a este tema y cada vez más comienzan a apoyar a las marcas que se adhieren a los principios ESG.

Dado que la sostenibilidad se considera una ventaja competitiva, las empresas con valores ambientales, ecológicos y sociales pueden construir una buena reputación en torno a la marca. Uno de los muchos ejemplos del aumento de esta reputación combinada con la sostenibilidad es Lego, que se encuentra entre las empresas más respetadas en términos de responsabilidad social corporativa. La marca cambió su estrategia al crear sus productos y embalajes a partir de materiales sostenibles, como hojas y caña de azúcar. Esta visión estratégica ha hecho que la reputación de la empresa se dispare.

Según la Comisión Europea, "esta iniciativa tiene como objetivo mejorar el marco normativo de la UE en materia de derecho de sociedades y gobernanza corporativa", permitiendo a las empresas centrarse en la creación de valor sostenible a largo plazo en lugar de en beneficios a corto plazo. El objetivo es ayudar a definir mejor los intereses de las empresas, accionistas, directivos y la sociedad en general. Este proyecto "ayuda a las empresas a gestionar mejor los problemas de sostenibilidad en sus propias operaciones y cadenas de valor, en relación con cuestiones como los derechos sociales y humanos, el cambio climático, el medio ambiente, etc."