Para los jóvenes, la educación financiera desempeña un papel crucial en la construcción de una base sólida para el futuro, convirtiéndose en una necesidad creciente en un mundo donde las decisiones financieras son cada vez más complejas y críticas para el bienestar individual. En este sentido, implementar una educación financiera robusta desde temprano puede equipar a los jóvenes con las habilidades necesarias para navegar por el mundo financiero con confianza y responsabilidad.
El Ministerio de Educación, Ciencia e Innovación señaló en un comunicado que, “Considerando los resultados en alfabetización financiera del PISA 2022 para Portugal, es necesario reflexionar y actuar sobre cómo mejorar la alfabetización financiera de los estudiantes y cómo la escuela, como garante de igualdad de oportunidades, puede contribuir a esta formación.” Cabe destacar que Portugal presentó una disminución significativa en el nivel de desempeño en alfabetización de los jóvenes entre el PISA de 2018 y el informe de 2022.
La educación financiera es actualmente una formación esencial, una habilidad fundamental que debe adquirirse en la escuela. A lo largo de nuestra formación escolar, necesitamos estar capacitados para leer y comprender textos complejos, incluidos aquellos intencionalmente difíciles de entender, y captar lo que está entre líneas. Igualmente importantes son las acciones que influirán directamente en nuestra vida, ya que tomamos decisiones económicas influenciadas por impulsos, creencias y percepciones, algo que nuestros jóvenes desconocen.
Por ello, es crucial mantener un compromiso firme con la consolidación de aprendizajes básicos, esenciales y fundamentales, pues sin ellos, nada funcionará. Invertir en la educación financiera es invertir en el futuro, promoviendo una sociedad más consciente y económicamente saludable.