El Parlamento Europeo aprobó la nueva ley comunitaria sobre "derecho a reparación", que clarifica las obligaciones de los fabricantes de reparar bienes e incentiva a los consumidores a alargar el ciclo de vida de un producto mediante la reparación.

Las nuevas reglas, que los Estados miembros tendrán dos años para transponer a la legislación nacional, introducen un nuevo derecho a la reparación, con el objetivo de limitar los residuos y fortalecer el sector de la reparación, haciendo que la reparación de bienes sea más accesible, en más de un sentido.

Ya está contemplado en nuestra Ley N.º 24/96, del 31 de julio, que establece el régimen legal aplicable a la defensa de los consumidores, que el consumidor tiene derecho a la protección de sus intereses económicos, lo cual parece ser reforzado con la nueva directiva comunitaria.

Según la nueva directiva, los fabricantes estarán obligados a proporcionar repuestos y herramientas a un precio razonable, y se les prohibirá utilizar cláusulas contractuales o técnicas que impidan la reparación. No podrán obstaculizar el uso de repuestos de segunda mano o impresos en 3D por parte de talleres independientes, ni negarse a reparar un producto solo por razones económicas o porque haya sido reparado previamente por otra persona. Esto garantizará una reparación más fácil, económica y rápida.

Es imperativo que la reparación sea más económica que comprar nuevo; de lo contrario, extender garantías por otros 12 meses no tendría ningún valor.

Lo que busca el consumidor son soluciones más amigables con su cartera, incluso si esto tiene consecuencias menos amigables para el medio ambiente.

Si queremos cambiar el paradigma climático en la Unión Europea, debemos demostrar a los consumidores que ser respetuoso con el medio ambiente compensa de más formas que una.

Muchos países utilizan el derecho contraordenacional como forma de castigar la mala conducta ecológica de sus ciudadanos Lo que, indudablemente, funciona.

Sin embargo, esta inversión, como una especie de psicología positiva, puede funcionar aún mejor. En este caso, ser más ecológico tiene recompensas.

¿Cuántas veces comprar nuevo no compensa en comparación con la reparación?

La reparación de un artículo adquirido hace 3 años no debería costar casi tanto como su valor de mercado en el momento de la reparación.

Es este tipo de incongruencias las que hasta hoy han fomentado la cultura de "comprar nuevo en lugar de reparar lo viejo", incluso cuando ni siquiera se quería lo nuevo, pero como era más conveniente...

Esta cultura puede ser revertida fácilmente con medidas más favorables para las finanzas del consumidor, pero también para nuestro planeta, que tanto necesita amigos.

Estas medidas van mucho más allá de la defensa del consumidor: tienen un impacto muy positivo en la protección del medio ambiente.