Las previsiones de crecimiento de la economía portuguesa fueron revisadas el pasado viernes, y la Comisión Europea apunta a un crecimiento del 6,6% para 2022, ligeramente superior a la previsión anterior. Para 2023, se espera un 0,7%, por debajo de las previsiones iniciales.
Teniendo en cuenta las previsiones de julio de un crecimiento del 6,5%, ahora se espera que el PIB portugués crezca un 6,6% en 2022, una décima más que la previsión anterior y la segunda estimación más alta de la zona euro.
A su vez, la previsión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el crecimiento mundial en 2023 bajó al 2,7% desde el 2,9% anterior.
En cuanto a la inflación, la Comisión Europea prevé una tasa para 2022 del 8%, muy por encima del 7,4% fijado por el Gobierno portugués, pero todavía por debajo de la media de la zona euro.
Se prevé que el índice de precios al consumo descienda hasta el 5,8% en 2023.