A medida que las empresas adoptan nuevas soluciones para impulsar su eficiencia y productividad, también quedan expuestas a riesgos significativos. Ante estos desafíos, es fundamental establecer una base legal sólida para proteger la información confidencial, preservar la reputación corporativa y garantizar la continuidad de los negocios.
La introducción de un nuevo software o herramienta de trabajo no es un proceso sencillo, o al menos no debería ser considerado así. Es de vital importancia verificar la veracidad y credibilidad de la herramienta y su fabricante. En Castilho Internacional Legal Corporation, reconocemos los peligros involucrados y valoramos la prudencia necesaria en este sentido.
Recientemente, hemos sido testigos de incidentes en los que empresas como Google y Microsoft han sido hackeadas y se han visto sometidas a chantajes de información. Si bien estas noticias pueden causar temor inicialmente, debemos evitar pensar que "las pequeñas empresas no son de interés" o que "somos una empresa nacional y, por lo tanto, no debemos preocuparnos". Estas ideologías son incorrectas y muy peligrosas.
A menudo, las grandes empresas son atacadas como forma de protesta o para revelar algún tipo de información, pero son las empresas pequeñas y medianas en las que estos grupos se enfocan para extraer valores monetarios, valores que a menudo se ven obligados a pagar en criptomonedas, lo que dificulta mucho su recuperación e incluso su rastreo.
Ante este panorama, la ciberseguridad se convierte en una inversión crucial para cualquier organización, independientemente de su tamaño o nacionalidad. Proteger la infraestructura digital y los datos sensibles no debe ser visto como un gasto meramente, sino como una parte fundamental de la planificación estratégica de una empresa. Invertir en ciberprotección es tan importante como destinar recursos a otros departamentos esenciales, como ventas, marketing o recursos humanos.