El aumento continuo de los precios de la vivienda ha dificultado el acceso de los jóvenes a la compra de una vivienda propia, incluso cuando ya están insertos en el mercado laboral.

Las instituciones bancarias, debido a las recomendaciones prudenciales del Banco de Portugal, están sujetas a un límite máximo en el ratio entre el importe del préstamo y el valor del inmueble, lo que frecuentemente obliga a los jóvenes a disponer de capital propio significativo para cubrir la diferencia.

Medidas Principales del Decreto-Ley No. 44/2024

Para enfrentar esta problemática, el nuevo decreto-ley, que entró en vigor el 1 de agosto de 2024, introduce la posibilidad de que el Estado proporcione una garantía personal para la adquisición de la primera vivienda propia y permanente, facilitando así la concesión de crédito hipotecario a los jóvenes. Sin embargo, la medida está sujeta a ciertas condiciones:

1. Rango de Edad e Ingresos: Está destinada a jóvenes con edades entre 18 y 35 años, cuyos ingresos no superen el 8.º tramo del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRS).
2. Condiciones de Propiedad: El prestatario no puede ser propietario de ningún inmueble urbano o fracción autónoma de un inmueble urbano residencial y no puede haber disfrutado anteriormente de la garantía del Estado en virtud de este decreto-ley.
3. Límite de Valor de la Transacción: El valor de la transacción del inmueble no puede exceder los €450,000.
4. Garantía del Estado: La garantía personal del Estado está limitada al 15% del valor de la transacción.

Esta medida tiene como objetivo permitir que las instituciones de crédito financien la totalidad del precio de transacción del inmueble, facilitando así la adquisición de vivienda propia por parte de los jóvenes.

Impacto Esperado

Con la entrada en vigor de este decreto-ley, el Gobierno pretende crear condiciones para que los jóvenes puedan concretar sus proyectos de vida en Portugal. La medida busca mitigar los efectos adversos de la crisis habitacional, facilitando el acceso a la vivienda y promoviendo una mayor estabilidad para la juventud. Al hacer la adquisición de una vivienda propia más accesible, se espera fomentar la natalidad y reducir la emigración de jóvenes cualificados, contribuyendo así al desarrollo sostenible del país.