El principal cambio con respecto al régimen anterior es el aumento de la edad máxima de 30 a 35 años y la extensión de la duración del beneficio, que pasa de 5 a 10 años. Además, el límite de exención aumenta a unos 28.700€, lo que permite a los jóvenes una reducción fiscal significativa durante los primeros años de su carrera.
Este régimen ofrece una exención progresiva del IRS (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) con los siguientes porcentajes de exención:
El régimen ya no depende del nivel educativo del joven, sino que se basa exclusivamente en la edad y los ingresos. Los jóvenes pueden beneficiarse de este régimen a través de su declaración anual del IRS o, si lo prefieren, solicitar que la reducción se refleje mensualmente en su salario mediante un ajuste en las retenciones en la fuente.
¿Quién puede beneficiarse del IRS Joven?
Para poder disfrutar de esta exención, el joven debe tener ingresos de las categorías A (trabajadores por cuenta ajena) o B (trabajadores autónomos), y el período máximo de 10 años comienza en el primer año en que el joven presente su IRS de manera independiente, sin ser considerado dependiente.
Excepciones al IRS Joven
No pueden beneficiarse de este régimen los jóvenes que ya hayan disfrutado de otros regímenes fiscales, como el de residente no habitual o el incentivo fiscal a la investigación científica. Además, se requiere que el joven tenga su situación tributaria regularizada.
Esta medida tiene como objetivo promover la inclusión de los jóvenes en el mercado laboral, proporcionándoles un mayor margen para establecerse financieramente y contribuir a la economía nacional.